miércoles, 4 de abril de 2018


             


Endorfinas: Cuáles son sus efectos y cómo aumentarlas 




La endorfinas podrían llamarse las moléculas de la felicidad porque son las que permiten a las personas disfrutar de la vida, sentirse deleitados por muchas cosas y resurgir con facilidad de las crisis personales sin demasiadas cicatrices emocionales.

Piensa en algo que verdaderamente adores y cuando ese pensamiento haga surgir una sonrisa en tu cara sabrás lo que son las endorfinas.

Los nervios de la piel pueden liberar endorfinas, por eso los masajes suaves, las caricias, una ducha caliente o tomar el sol te ayudan a sentirte mejor, así como los abrazos, las palabras amables, o incluso acariciar a tu perro o gato.


Síntomas que indican un nivel bajo de endorfinas
Si te cuesta disfrutar de la vida, encontrar placer en tu día a día y sentirte feliz, o notas que incluso las buenas noticias solo te dan una alegría momentánea o de baja intensidad, es posible que tus niveles de endorfinas sean bajos.

De hecho, si priváramos por completo a una persona de endorfinas, no sentiría placer por nada, ni por la comida, ni el sexo, ni las actividades placenteras, el alcohol o las drogas; ni siquiera al ver a la gente que ama.

Las personas con pocas endorfinas son especialmente sensibles, se ven muy afectadas por los reveses de la vida, las decepciones o los traumas y no pueden superarlos fácilmente, sino que se ven atrapadas por ellos durante mucho tiempo. Son personas que lloran con frecuencia porque se sienten desbordadas fácilmente. Se sienten tristes a menudo o tienen periodos de tristeza que aparecen sin motivo aparente.

Los golpes de la vida resultan tremendamente dolorosos cuando no tienes suficientes endorfinas para afrontarlos y superarlos con rapidez.

Las personas con niveles bajos de endorfinas suelen evitar la intimidad o la confrontación porque temen el dolor que tanto les afecta y no es raro que busquen alivio en alimentos como el chocolate, o en el alcohol, las drogas, o ciertas actividades como el sexo, pues todo eso tiende a aumentar momentáneamente sus niveles de endorfinas.


Actividades como la meditación y correr ayudan a aumentar los niveles de endorfinas de un modo más sano. Y si haces puenting (bungee jumping) tus niveles de endorfinas pueden aumentar hasta un 200%.

¿Por qué pueden estar demasiado bajos los niveles de endorfinas?
La alimentación ejerce una influencia fundamental. Por ejemplo, si no ingieres suficientes proteínas, no dispondrás de suficientes aminoácidos para producir las endorfinas.

A veces se debe a motivos genéticos, de manera que no es raro encontrar personas similares en tu familia. En otras ocasiones, el estrés excesivo y prolongado puede haber mermado tus reservas de endorfinas. Las personas utilizan sus endorfinas cada vez que se sienten abatidas, asustadas, heridas, enfermas o incluso si eres un deportista profesional que hace demasiado ejercicio. Durante una crisis especialmente intensa, las endorfinas pueden subir tanto que te impiden sentir el dolor y son las que te ayudan a calmarte tras una experiencia negativa.

Tras un suceso traumático, como la pérdida de un ser querido, los niveles de endorfinas suben y permanecen elevados durante un tiempo que varía de una persona a otra. Durante esa fase inicial no sientes del todo el dolor de lo sucedido.

Tras un tiempo, los niveles de endorfinas bajan; para entonces, la persona está ya más preparada para afrontar el dolor de la pérdida, aunque aún con un nivel de endorfinas suficiente como para acabar recuperándose. Sin embargo, cuando una persona tiene niveles bajos de endorfinas, siente un dolor emocional (o físico) mucho más intenso y le cuesta mucho más recuperarse sin este "anestésico emocional" natural que son las endorfinas.

Cómo aumentar tus niveles de endorfinas
Un buen modo de aumentar tus niveles de endorfinas consiste en tomar suplementos de DLPA. Se trata de una combinación de las formas D y L del aminoácido fenilalanina. Lo puedes encontrar en herbolarios y actúa con gran rapidez. La fenilalanina está implicada en la producción de endorfinas. Aumenta los niveles de energía, disminuye la depresión o tristeza, amplifica la sensación de placer y felicidad y te hace más resistente ante la adversidad.

Una investigación mostró cómo los niveles de endorfinas se multiplicaron por tres 90 minutos después de tomar una dosis de DLPA y permanecieron así durante seis días.

El DLPA ha demostrado también ser efectivo para aliviar el dolor, como en casos de artritis, cáncer, migrañas o diversos tipos de dolor crónico.

Cuando tanto tus niveles de energía como tu tolerancia al dolor emocional (o físico) son bajos, puedes tomar DLPA (cápsulas de 500 mg), pero si eres una persona con un alto nivel de energía, puede que te siente mejor tomar solo la forma D de este aminoácido (D-fenilalanina o DPA), que es la que está especialmente implicada en el aumento de endorfinas.


Ten en cuenta que cualquier suplemento debe tomarse con precaución y durante un tiempo limitado. Una vez que te sientas mejor, limítate a hacer una alimentación sana para mantener altos tus niveles de endorfinas.

Fuentes alimenticias
La fenilalanina, como el resto de los aminoácidos, se encuentra en alimentos ricos en proteínas como la carne, huevos, pollo, pavo, pescado, o requesón. Tomar vegetales y grasas también es importante para disponer de los nutrientes necesarios para sintetizar las endorfinas. Las grasas estimulan la liberación de endorfinas, de manera que debes tener cuidado con las dietas bajas en grasas. Por otra parte, las dietas vegetarianas pueden ser pobres en aminoácidos.

Endocannabinoides: una farmacia en tu cerebro
Los endocannabinoides o cannabinoides endógenos son unas moléculas producidas por nuestro propio cerebro que son similares a los compuestos activos de la marihuana (Cannabis sativa), llamados cannabinoides.

Tanto los cannabinoides endógenos como los procedentes de la planta actúan uniéndose a los mismos receptores localizados en la superficie celular.

Se conocen dos tipos diferentes de estos receptores: CB1 y CB2. El CB1 es muy abundante en zonas del cerebro relacionadas con la memoria, el aprendizaje, el control de la conducta motora, las emociones, la percepción sensorial y diversas funciones endocrinas y autónomas. Por este motivo, el consumo de marihuana afecta a estas funciones. El receptor CB2 se encuentra sobre todo en el sistema inmune, de manera que puede estar implicado en la regulación de la respuesta inmune.

Los avances recientes en el estudio del sistema endocannabinoide están contribuyendo al estudio del potencial terapéutico de los cannabinoides y la neurobiología de la adicción. Por ejemplo, un equipo de investigadores descubrió en el 2011 un nuevo modo de aumentar los efectos de la anandamida (un endocannabinoide que produce alivio del dolor), que pudiera ser el punto de partida para la producción de medicamentos que aliviaran el dolor sin producir sedación, adicción u otros efectos secundarios.

A la anandamida se la ha llamado la molécula de la felicidad y tiene un efecto analgésico, alivia la ansiedad y la depresión y, lo que es aún mejor, es producida por nuestro propio organismo.

Otros estudios han mostrado que los déficits en la función de los endocannabinoides pueden contribuir a la aparición de anorexia y bulimia.

En situaciones de gran dolor o estrés muy intenso, el cerebro puede llegar a suprimir la transmisión y percepción del dolor, permitiendo a la persona escapar de situaciones que pueden estar amenazando su vida (por ejemplo, en situación de combate). Esto se logra mediante el sistema de endocannabinoides.


Los científicos consideran que entender los mecanismos por los que esto se produce puede ayudar a descubrir nuevos métodos para el tratamiento del dolor y los trastornos de ansiedad.

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